martes, 1 de enero de 2019

Apolo 8. "In the beginning God..."


En las Navidades de 2018 se cumplen 50 años del Apolo 8, la misión que puso por primera vez al ser humano en órbita alrededor de la Luna. El Apolo 8 fue la segunda misión tripulada del programa Apolo. Asimismo, fue el tercer vuelo y el primer lanzamiento tripulado del Saturno V, el cohete que, meses más tarde, pondría a la tripulación del Apolo 11 sobre la superficie de la Luna.

Su lanzamiento tuvo lugar el 21 de diciembre de 1968 y fue la primera nave tripulada en abandonar la órbita de la Tierra, llegar a la Luna, orbitar alrededor de la misma y volver a la Tierra. Su tripulación (Fran Borman, comandante; James Lowell, piloto y William Anders, piloto del módulo lunar) fueron los primeros seres humanos en contemplar la Tierra completa, la cara oculta de la Luna y el amanecer de la Tierra sobre el horizonte lunar en lo que ha sido una de las fotos más icónicas de la exploración espacial. La tripulación del Apolo 8 regresó a la tierra el 27 de diciembre de 1968, amerizando en el Pacífico norte. Fueron nombrados "Hombres del año" por la revista Time. 



Lanzamiento del Apolo 8 el 21 de diciembre de 1968 desde el Centro Espacial Kennedy en Florida. Fuente NASA. 




Tripulación del Apolo 8. De izquierda a derecha Lowell, Anders y Borman. Fuente Wikipedia




Fotografía del planeta Tierra realizada por la tripulación del Apolo 8 en su camino hacia la Luna. En el centro de la imagen aparece Sudamérica, cubierta por nubes prácticamente en su totalidad. Fuente NASA. 




Earthrise. Amanecer de la Tierra sobre el horizonte lunar. Ésta es una de las fotografías más icónicas de toda la exploración espacial y fue elegida por la revista Time como una de las 100 fotografías del siglo XX.


Aunque la fotografía del amanecer terrestre tomada por Borman ha pasado a la posteridad, hay que indicar que, si bien fue la primera tomada por un ser humano (y en color), realmente no fue la primera. Este honor corresponde a la misión Lunar Orbiter 1, proyecto que tenía como objetivo fotografiar la superficie lunar para seleccionar posibles zonas de alunizaje. La misión tomó 207 fotografías antes de ser estrellada contra la Luna el 29 de octubre de 1966. 


Fotografía del amanecer terrestre tomada por la misión Lunar Orbiter 1 en 1966. Fuente Wikipedia. 


  • Las fotografías de la Tierra y del amanecer terrestre sobre el horizonte lunar, ¿fueron las únicas que tomó el Apolo 8?
Ni mucho menos. Uno de los objetivos de la misión era el reconocimiento de posibles zonas de alunizaje, en particular en el Mar de la Tranquilidad. De hecho, la hora del despegue del Apolo 8 había sido elegida para garantizar las mejores condiciones de luz durante la exploración de dichas regiones. Al final de la misión, la tripulación del Apolo 8 había tomado más de 700 fotografías de la Luna y 150 de la Tierra. 


  • ¿Existía alguna misión similar por parte de la Unión Soviética? 
Una de las cosas que más sorprende de los últimos años de la carrera especial antes de la llegada a la Luna es el corto espacio de tiempo entre lanzamientos. Tan sólo 7 meses después del Apolo 8, en julio de 1969, el Apolo 11 se posaba en la Luna. Y entre ellos, las misiones exitosas del Apolo 9 y el Apolo 10. 

Dos fueron los principales motivos de este ritmo vertiginoso. Por un lado, cumplir la promesa realizada por el presidente Kennedy a principios de los años 60 de poner un hombre en la Luna y devolverlo sano y salvo a la Tierra antes de final de la década. Por otro lado, el temor a que la Unión Soviética se adelantara en este objetivo. Todo ello hizo que las misiones Apolo volaran con un porcentaje de riesgo inaceptable para nuestros estándares actuales (la probabilidad de éxito del Apolo 8 era solamente del 50%. Un interesante artículo sobre los problemas que podian haber surgido durante el transcurso de la misión se puede encontrar aquí).  De hecho, la sonda soviética Zond 5, lanzada en septiembre de 1968, fue la primera nave en orbitar la Luna y regresar a la Tierra y se considera la precursora de los vuelos lunares tripulados dentro del programa espacial soviético. La sonda se acercó hasta una distancia de 1950 km de la superficie lunar y fue recuperada con éxito así como su carga biológica (tortugas, moscas del vino, bacterias, lombrices, plantas y semillas) el 12 de septiembre de 1968.



  • Apolo 8. Un maravilloso ejemplo de armonía entre Ciencia y Fe. 
Uno de los testimonios más impresionantes de las relaciones entre Ciencia y Fe lo protagonizó la tripulación del Apolo 8 durante la Nochebuena de 1968. Mientras la superficie lunar iba corriendo a través de las ventanillas de la nave, los miembros del Apolo 8 leyeron los diez primeros versículos del Genésis en la que, en su época, fue la retransmisión de televisión con la mayor audiencia de la historia (mil millones de personas, una de cada cuatro según la población mundial en 1968). Anders leyó los cuatro primeros versículos, Lowell los cuatro siguientes y Borman los dos últimos. Con un "Feliz Navidad" y "Que Dios os bendiga" terminaron la transmisión. 

El mensaje de Navidad de la tripulación del Apolo 8 se encuentra de manera íntegra (a partir del minuto uno) en el siguiente enlace de Youtube:

https://www.youtube.com/watch?v=uqqlb22ix4o

Recientemente, el 11 de diciembre de 2018, el museo Smithsonian en colaboración con NASA, organizaron un evento en la catedral nacional de Washington D.C para conmemorar el 50 aniversario de dicha lectura. Información detallada sobre dicho evento se puede encontrar aquí. 

Resulta impactante pensar que, en un momento de triunfo de la ciencia y tecnología en donde el esfuerzo de miles de personas había hecho posible situar a tres seres humanos a cientos de miles de kilómetros de la Tierra, justo en ese momento, el hombre vuelva su vista a un libro escrito miles de años antes pero cuyos contenidos son atemporales. Y no centra su interés en unos versículos elegidos al azar sino en aquéllos que, mediante un lenguaje simbólico, describen la creación divina del Universo. 

La lectura del Génesis fue un hecho que no pasó desapercibido para los sectores más beligerantes del ateismo. De hecho, la fundadora del movimiento "Ateísmo Americano" presentó una demanda judicial argumentando que la lectura de la Biblia de unos funcionarios públicos como los astronautas había violado la Primera Enmienda. La causa fue finalmente archivada por el Tribunal Supremo en 1970. Por contra, la lectura de los versículos no supuso ningún problema para otros científicos ateos quienes manifestaron su acuerdo con la lectura, en fechas tan señaladas, de un libro que sirve de guía espiritual a más de la mitad de la población de la Tierra y que, sin duda, forma parte del bagaje cultural de la Humanidad.  

Frank Borman realizó una visita al Vaticano en febrero de 1969, tan sólo dos meses de su vuelta a la Tierra. El discurso que le dirigió Pablo VI durante dicha visita se puede encontrar aquí. Durante su visita al Observatorio Vaticano, Borman regaló una copia de la foto del amanecer de la Tierra al Padre Daniel O’Connell, director del Observatorio.